miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿Tiene futuro la Legión de Cristo?

 ¿Tiene futuro la Legión de Cristo?

La Legión de Cristo está pasando por una crisis parecida a la de aquellos que se enteran de que van a morir por alguna enfermedad incurable: de la negación pasan a la ira y finalmente a la aceptación. Ahora, finalmente, después de décadas de negación y de enojo frente a sus acusadores, ante el creciente peso de la evidencia, los dirigentes comienzan a aceptar los hechos. La pregunta es: ¿cómo hacer para borrar la memoria negativa del fundador, al mismo tiempo que se pretende construir una imagen positiva de la congregación? ¿Cómo eliminar el pecado de origen, mostrándose como una institución de salvación? ¿Cómo desaparecer el estigma del hombre que engañó a tantos, presentándose como un santo y continuar con una obra amputada de su pasado? Tarea imposible, ciertamente, pues el pasado perseguirá siempre a aquellos que lo conocieron y le permitieron cometer todos sus abusos. Pero también a aquellos que no lo conocieron, pues tendrán que referirse al fundador y su pretendido carisma, transmitido a la obra creada por él. De la misma forma que Santo Domingo, San Ignacio, San Francisco, pero con la certeza de que el suyo nunca alcanzará los altares. El frustrado intento por comparar a Marcial Maciel con San Agustín, además de audaz por pretender poner al mismo nivel al pederasta de Cotija con uno de los padres de la Iglesia, fue tan de corto alcance como su argumentación. La Iglesia ha tenido muchos pecadores, pero San Agustín o San Pablo tuvieron otras vidas antes de convertirse al cristianismo, mientras que Maciel se cobijó en la institución durante décadas para cometer sus fechorías.