martes, 7 de junio de 2011

strauss-kahn-una-metafora-de-las parcticas del FMI

Strauss-Kahn: una metáfora de las prácticas del FMI

junio 06, 2011

Leonardo Boff

El lector o la lectora pensará que es una tragedia que el Director-gerente del FMI, Strauss-Kahn, diera alas a su vicio, la obsesiva búsqueda de sexo perverso, corriendo desnudo detrás de una camarera negra en la suite 2806 del hotel Sofitel de Nueva York, hasta sujetarla y forzarla a practicar sexo, con detalles que la Fiscalía de Nueva York describe minuciosamente y que, por decencia, no voy a decir. Para él no era una tragedia, sino una víctima más entre otras que ha hecho en este mundo. Se vistió y se fue directo al aeropuerto. Lo cómico fue que olvidó el móvil en la suite y así pudo ser detenido por la policía cuando estaba dentro del avión.

La tragedia no ha sido lo que le pasó a él, sino a la víctima, que a nadie le interesa conocer. Su nombre es Nifissatou Diallo, de Guinea, africana, musulmana, viuda y madre de una hija de 15 años. La policía la encontró escondida detrás de un armario, llorando y vomitando, traumatizada a causa de la violencia sufrida por parte del huésped de la suite, cuyo nombre ni siquiera conocía.

LA HUMANIDAD DE DIOS

Excmo. Sr. Rector Magnífico de la Universidad de Granada,
Excmos. Srs. Vicerrectores/as,
Ilmos. Srs. Decanos/as,
Claustro de Doctores y Profesores/as,
Autoridades,
Amigos/as,
Quiero, ante todo, expresar mi sincero agradecimiento a la Universidad de Granada por el doctorado honoris causa que me ha concedido, a propuesta del Excmo Señor Rector Magnífico de esta Universidad, Doctor Francisco González Lodeiro. También deseo manifestar mi reconocimiento al Centro Mediterráneo, de esta Universidad, por la oportunidad que me ha ofrecido de poder colaborar, durante años, en los cursos de reflexión y difusión cultural que el citado Centro viene ofreciendo a la Universidad y a la ciudadanía en general. En este contexto, agradezco concretamente al profesor Juan Francisco García Casanova la Laudatio que ha hecho para justificar debidamente la iniciativa del Rector de nuestra Universidad.

Invocación

Según San Juan, el Espíritu hace presente a Jesús en la comunidad cristiana, recordándonos su mensaje, haciéndonos caminar en su verdad, interiorizando en nosotros su mandato del amor. A ese Espíritu invocamos en esta fiesta de Pentecostés.
Ven Espíritu Santo y enséñanos a invocar a Dios con ese nombre entrañable de "Padre" que nos enseñó Jesús. Si no sentimos su presencia buena en medio de nosotros, viviremos como huérfanos. Recuérdanos que sólo Jesús es el camino que nos lleva hasta él.Que sólo su vida entregada a los últimos nos muestra su verdadero rostro. Sin Jesús nunca entenderemos su sed de paz, de justicia y dignidad para todos sus hijos e hijas.
Ven Espíritu Santo y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu aliento, olvidaremos una y otra vez su Proyecto del reino de Dios. Viviremos sin pasión y sin esperanza. No sabremos por qué le seguimos ni para qué. No sabremos por qué vivir y por qué sufrir. Y el Reino seguirá esperando colaboradores.
Ven Espíritu Santo y enséñanos a anunciar la Buena Noticia de Jesús. Que no echemos cargas pesadas sobre nadie. Que no dictaminemos sobre problemas que no nos duelen ni condenemos a quienes necesitan sobre todo acogida y comprensión. Que nunca quebremos la caña cascada ni apaguemos la mecha vacilante.
Ven Espíritu Santo e infunde en nosotros la experiencia religiosa de Jesús. Que no nos perdamos en trivialidades mientras descuidamos la justicia, la misericordia y la fe. Que nada ni nadie nos distraiga de seguirlo como único Señor. Que ninguna doctrina, práctica o devoción nos aleje de su Evangelio.

Escuela de Jesús



La situación que se vive hoy en nuestras comunidades cristianas no es nada fácil. En nuestro corazón de seguidores de Jesús surgen no pocas preguntas: ¿dónde reafirmar nuestra fe en estos tiempos de crisis religiosa? ¿qué es lo importante en estos momentos? ¿qué hemos de hacer en las comunidades de Jesús? ¿hacia dónde hemos de orientar nuestros esfuerzos? Mateo concluye su relato evangélico con una escena de importancia excepcional. Jesús convoca por última vez a sus discípulos para confiarles su misión. Son las últimas palabras que escucharán de Jesús: las que han de orientar su tarea y sostener su fe a lo largo de los siglos.

Nuevo Credo

Nuevo credo

junio 07, 2011

Frei Betto

Creo en el Dios liberado del Vaticano y de todas las religiones existentes y por existir. El Dios que antecede a todos los bautismos, preexiste antes que los sacramentos y desborda todas las doctrinas religiosas. Libre de los teólogos, se derrama gratuitamente en el corazón de todos, creyentes y ateos, buenos y malos, de los que se creen salvados y de los que se creen hijos de la perdición, y también de los que son indiferentes a los abismos misteriosos del más allá de la muerte.

Creo en el Dios que no tiene religión, creador del Universo, donador de la vida y de la fe, presente en plenitud en la naturaleza y en los seres humanos. Dios orfebre de cada ínfimo eslabón de las partículas elementales, desde la refinada arquitectura del cerebro humano hasta el sofisticado entrelazado del trío de cuarqs.

Creo en el Dios que se hace sacramento en todo lo que acerca, atrae, enlaza y une: el amor. Todo amor es Dios y Dios es lo real. En tratándose de Dios, dice bellamente Rumi, no se trata del sediento que busca el agua sino del agua que busca al sediento. Basta con manifestar la sed y el agua mana.

Creo en el Dios que se hace refracción en la historia humana y rescata todas las víctimas de todo poder capaz de hacer sufrir al otro. Creo en teofanías permanentes y en el espejo del alma que me hace ver a Otro que no soy yo. Creo en el Dios que, como el calor del sol, siento en la piel, aunque sin conseguir contemplar o agarrar el astro que me calienta.

Creo en el Dios de la fe de Jesús, Dios que se hace niño en el vientre vacío de la mendiga y se acuesta en la hamaca para descansar de los desmanes del mundo. El Dios del arca de Noé, de los caballos de fuego de Elías, de la ballena de Jonás. El Dios que sobrepasa nuestra fe, disiente de nuestros juicios y se ríe de nuestras pretensiones; que se enfada con nuestros sermones moralistas y se divierte cuando nuestro arrebato profiere blasfemias.